abril 18, 2009

Un Juego De Turnos










“Jajajaja…”
Era inevitable reírse de la situación
Si bien estábamos más cerca que nunca,
Apenas podía ver tu rostro.

De repente nos encontrábamos, pero éramos sordos a los sonidos del otro,
No me sabía tu nombre, ni tu el mío
Y pasó mucho tiempo así,
Contemplando abusivamente nuestra imagen,
Fantaseando el contenido,
Fantaseando la sonrisa de satisfacción
O una lagrima de pena.

Afortunadamente un día logramos sacar la voz
Pero en ese entonces el tiempo no nos acompañó,
Era una mirada de rescate
Yo no pude hacer más, y te tuve que dejar ir.

Conversando con la sombra de la noche
Me di cuenta que en su naturaleza estaba encontrarnos
Y que sólo era cuestión de tiempo, de horas y minutos
De espacios que nos albergan
De magias que siempre están presente.

Nunca imaginé que la magia estaba en el estruendo
La noche estaba más bulliciosa que nunca
Casi pidiendo a gritos que nos dejaran un momento a solas
Y nos volvimos a encontrar,
Y volvimos a sacar la voz,
Y nos desesperamos esta vez.

Escogimos arrancarnos, disimuladamente
Y entramos a la habitación,
A esta habitación en la cual no puedo verte el rostro
Pero sí puedo escucharte, sentirte más cerca,
En esta habitación tú te das el lujo de acercarte más
Y de hacerme sentir tu respiración en mi cuello,
Sé que tienes miedo, porque tu cuerpo tiembla
Y mis manos en tu espalda sólo lo incrementa
Pero es inevitable reírse, tal vez por no saber que hacer.

Y “no se que hacer” te dije,
“Pero creo que yo sí” me dijiste tu,
No estaba tu rostro pero sí estaban tus ojos
Tu mirada guardaba la única luz que entraba en el cuarto
Y con eso era suficiente,
De ahí en adelante no pude hablar más,
Era el turno de tu boca conocer la mía.

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